Derechos y Deberes del gato

03-03-2012

Derechos y deberes

Algunos de los puntos implícitos en el "contrato" de adopción mutua entre tú y tu gato. Si crees que no podrás cumplirlos, mejor olvídate de tener un gato. Seréis más felices los dos.

Deberes:

–Ronronear cuando le acaricias, aunque sólo te lo permita de vez en cuando.
–No arañar uno de tus muebles favoritos, el resto quedan contemplados en el apartado "Derechos".
–No destrozar una de tus plantas favoritas, el resto se contemplan en el apartado "Derechos".
–Hacer alguna payasada de vez en cuando para divertirte.
–Sacar el máximo jugo a todos los derechos.

Derechos:

–Dormir tantas horas como el cuerpo aguante en tu sillón favorito.
–No aceptar pastillas, jarabes, inyecciones, lociones, vendajes...
–No aceptar baños, duchas, mangueras...
–Poder cruzar todas las puertas en el momento deseado, igual para entrar que para salir.
–Emboscarse siempre que lo considere indicado, para, así, atacarte mejor.
–Aprovechar el menor descuido para colarse en el interior de los armarios.
–Tumbarse encima del periódico o libro que estás leyendo, cubriéndo todo lo posible el área de lectura.
–Esconder cualquier objeto apetecido, sea propio o ajeno.
–Saltar encima de ti, de modo ostensible, cuando ya te has acostado, para recordarte que desde que él llegó tu cama no es tuya.
–Perseguir el cursor por la pantalla del ordenador cuando estás terminando un trabajo urgente.
–Sentarse, o tumbarse, según apetencia, sobre el teclado del ordenador si tú estás trabajando en él.
–Maullar, gemir, llorar, gritar, en cualquier momento sin motivo (es muy divertido ver la desazón que te produce).
–Practicar el descendimiento en las cortinas, aún a riesgo de poder practicarlo sólo una vez (suelen quedarse hechas jirones).
–Tener siempre la caja sanitaria limpia, y a punto para ser usada.
–Comidas sabrosas, apetitosas, variadas y frescas y agua limpia siempre dispuestas.

Si crees que no podrás cumplir este contrato, mejor no tengas un gato. Seréis más felices los dos.
Contribución de Pura