Comportamiento Felino por Helena Bat. Charla impartida el 3/12/2011 a las 18:30 en Madrid Río Adopta.
04-12-2011
Comportamiento Felino por Helena Bat.
Charla impartida el 3/12/2011 a las 18:30 en Madrid Río Adopta.
Los gatos son seres sintientes, es decir tienen emociones como nosotros, también son inteligentes y sus sentidos perceptivos se distinguen de los nuestros en que son mucho más sensibles a los estímulos del entorno. Por eso es muy importante entender el comportamiento de los gatos y para ello tendremos que empezar preguntándonos:
¿Qué es un gato? Por qué debemos lanzarnos esta pregunta, porque cuando conocemos el ser vivo tan interesante con el que tenemos la posibilidad de convivir adquirimos la capacidad de comprenderlo, valorarlo y respetarlo. El gato es un felino, pertenece a la misma familia que los leones, tigres, jaguares o leopardos. La clasificación taxonómica de las especies es algo compleja así que no entraremos en ella, sólo indicar que se trata de una subespecie del gato salvaje.
¿Qué diferencia al gato doméstico de los gatos salvajes? Pues genéticamente no existen tantas diferencias como podríamos pensar, puesto que entre ambas subespecies pueden aparearse y tener crías. Esto supone que el gato domestico sea un problema para la supervivencia de las especies salvajes, puesto que con el apareamiento se pierde la carga genética de estas últimas. Pero a nivel comportamental, los gatos con los que convivimos han pasado por un proceso de domesticación. Esto supone que dependen del ser humano para vivir y somos responsables de su cuidado.
¿Qué es la domesticación? La domesticación es el proceso por el cual se seleccionaron aquellos animales que eran más aptos para convivir con el ser humano, o porque le ayudaban con determinadas labores o porque permitían un mejor manejo. Todos animales que se han domesticado tienen ciertas características en común que ayudan a su supervivencia y que facilitan el trabajo a las personas, por ejemplo: gregariedad, organización social, promiscuidad, precocidad, adaptabilidad, etc. El resultado de esta domesticación es que se pierden algunas características físicas o de comportamiento para desarrollar o promover otras más ventajosas para los seres humanos. Un ejemplo es que se seleccionaron los animales más dóciles o manejables antes que aquellos que eran ariscos o agresivos.
¿Cómo ha sido la domesticación en el gato? Pues el gato ha convivido con el ser humano desde hace más de 9000 años. Los gatos se acercaban a las comunidades atraidos por la posibilidad de obtener presas, es decir había más alimento, y esto supuso que se les valorara como aliados para proteger el alimento de los roedores e insectos. Con el paso del tiempo los gatos que mejor se adaptaban al contacto con los humanos tenían más posiblidades de sobrevivir, porque cuando no había presas los humanos les alimentaban o les daban refugio. De este modo la relación entre ambas especies se fue estrechando.
¿Por qué hay gatos silvestres? Pues porque en la capacidad de adaptación de una especie interesa que haya diversidad, esto supone que ante cambios en el entorno la especie puede seguir manteniéndose. ¿Por qué esto no ocurrió con el perro? Porque el gato está dotado de habilidades que le permiten sobrevivir de manera aislada o independiente, mientras que los perros siempre dependen de un grupo para poder sobrevivir.
¿Qué diferencia a los gatos silvestres de los gatos caseros? La diferencia básica puede observarse a nivel comportamental, hay algunos animales que están preparados para vivir en estado salvaje. Su nivel de alerta es mayor, puesto que tienen que prevenir posibles peligros o su respuesta ante una amenaza también es mayor porque saber defenderse supone sobrevivir. Este comportamiento es heredado, por lo que las camadas de gatitos que han nacido durante generaciones en un entorno tranquilo tienen un comportamiento más cercano y cariñoso hacia los humanos y otros animales. Mientras que las camadas nacidas en entornos hostiles presentarán estos rasgos pero en menor medida, acentuándose aquellos que les permitan defender sus recursos, es una cuestión de supervivencia. Por supuesto no todo depende de la carga genética y los factores ambientales (como un ambiente acogedor) pueden producir cambios asombrosos.
Etología del gato:
Hemos explicado un poco la evolucion del gato doméstico, para que nos hagamos una idea de que su comportamiento en una casa está basado en su comportamiento en estado libre. Ahora vamos a analizar las conductas habituales y como permitir su desarrollo, adaptando la vivienda a las necesidades de los gatos.
Comportamiento social: Los gatos son animales que pueden vivir en grupos sociales, llamados colonias, que pueden ser muy numerosas. Pero también pueden vivir de manera independiente, ello depende del acceso a la comida, si hay más comida habrá menos competencia por este recurso y vivirán más gatos juntos. También depende del parentesco, si están emparentados será más sencillo que utilicen un mismo territorio. Es cierto que son territoriales, en general las hembras presentan mayores dificultades para aceptar a nuevos vecinos, aunque si se trata de un macho siempre es más fácil. Está comprobado que los animales castrados son más tolerantes, por ello se sugiere la castración en viviendas donde conviven varios gatos. Para facilitar la convivencia usan un sistema de jerarquía pero no tan definido como el de los perros, si no más fluido. En casa pueden realizar todas sus actividades en grupo, alimentarse, limpiarse, usar la tierra, dormir, jugar, etc.
Uso del espacio: A los gatos les encanta trepar, esconderse, acechar, investigar, etc. Para promover este tipo de comportamientos hay que facilitar el acceso a distintos espacios y objetos. No se trata sólo de diferentes habitaciones si no de que el espacio sea variado. Si se les permite acceder a armarios, huecos, cajas, diferentes alturas,... podremos disfrutar mucho viéndoles realizar todo tipo de conductas. Siempre vigilando que sea seguro para ellos.
Comunicación: Para comunicarse utilizan tanto la voz, como la comunicación no verbal y las marcas olfativas. Esto les sirve para comunicarse con miembros de su propia especie como con otros animales, incluido el humano. Las marcas olfativas no podemos percibirlas pero determinados comportamientos nos indican que las están empleando, como cuando rozan las mejillas con objetos o personas, esto lo hacen porque tienen glándulas que les permiten dejar su marca. Lo mismo ocurre con el rascado, cuando un gato araña la corteza de un árbol está dejando información para otro gato que pueda pasar por la zona, por ello es importante que tengan acceso a algún rascador. Las personas atendemos más a la comunicación verbal, es decir a los sonidos, los gatos tienen un gran repertorio de maullidos además de murmullos, el bufido o el ronroneo. Cada sonido nos permite identificar su estado de ánimo así como demandas concretas.
Alimentación: Los gatos son carnívoros y en la naturaleza cazan pequeños animales, de los que obtienen tanto nutrientes como líquido. En una vivienda tenemos que procurarles un alimento que les permita obtener estos nutrientes, por ello es importante informarse respecto a la calidad de los alimentos que se comercializan. Debemos escoger aquellos con mayor cantidad de proteínas, es decir carne, y sin cereales o carbohidratos. Y por supuesto siempre necesitan tener agua fresca y limpia.
Higiene: Una de las mayores aficiones de los gatos es el acicalado, esto es lamerse a fondo varias veces al día. El hecho de que ellos solos se limpien supone que no necesitan más atención respecto a su limpieza que un poco de colaboración, cepillándolos un ratito cada día. Si en algún momento observamos que vomitan bolas de pelo no debemos preocuparnos si no ayudarles, tanto cepillándolos con más frecuencia como consultando al veterinario respecto a productos que ayudan al paso de los pelos por el tracto digestivo.
Eliminación: Los gatos usan la bandeja de arena para hacer sus necesidades. Instintivamente saben usarla y no necesitan ser enseñados. Si dejan de usarla tendremos que valorar en qué hemos fallado, normalmente será que está sucia y tenemos que limpiarla más a menudo, pero también puede ser signo de alguna alteración tanto de comportamiento como física. Cuando conviven varios gatos es recomendable que haya tantas bandejas como gatos en la casa, puesto que en libertad no siempre hacen pis y caca en el mismo sitio, de este modo prevenimos que ensucien fuera de la bandeja.
Descanso: Para relajarse prefieren sitios mullidos, como camas, sillones, mantas, etc. También les gustan los lugares en los que da el sol o hace calor. Y algunos prefieren espacios donde se sienten seguros y protegidos como los armarios o debajo de la cama. Si queremos que utilicen un lugar específico debemos enseñárselo desde el principio, pero intentando respetar sus preferencias individuales. Es muy útil que utilicen un transportin para descansar, porque cuando tengamos que usarlo para llevarles a algún lugar estarán acostumbrados y no les resultará extraño, para convencerles tendremos que poner dentro un cojín o manta que les resulte agradable.
Juego: En una casa los gatos no pueden desarrollar todo el repertorio de conductas que desarrollan en libertad, pero de todos modos necesitan actividad y la mejor manera de conseguirlo es mediante juegos. Es muy fácil averiguar qué tipo de juguetes les gustan más, hay gran variedad en las tiendas pero nosotros también podemos inventar algunos que les resulten muy entretenidos. Como ejemplo de juguetes están las pelotas, los ratones de juguete, bolas de papel, cuerdas, cañas,... la lista podría ser infinita porque los gatos se entretienen con cualquier objeto nuevo que encuentren en su espacio. Eso sí vigilemos que no puedan tragárselos o tener algún percance.
Alteraciones de comportamiento: Los gatos son animales muy sensibles y pueden responder a los más mínimos cambios del entorno, por ello debemos estar atentos para pedir ayuda cuanto antes. También muchas enfermedades pueden detectarse de manera precoz, por lo que si un gato deja de comer, de acicalarse, de hacer sus necesidades, de jugar, etc. o si por el contrario come en exceso, se lame hasta producirse calvas, hace pis más veces al día de las que acostumbra, está agresivo, está muy apagado, etc. debemos acudir al veterinario. Él nos indicará si se trata de un problema médico o debemos acudir a un especialista en temas de comportamiento como es el etólogo.
Autor: Helena Bat Etóloga