Jugando con la mala suerte

18-09-2011

Monólogos del gato en casa

Por Leire Székely PF

 

El otro día me encontré una gatito en la calle. Estaba dentro de una bolsa de basura en un contenedor. Delgado, hambriento, famélico y lleno de pulgas. 200 gr de gato…negro. 200 gr de mala suerte según dicen.

Y me traje a la mala suerte a casa, le bañé, le desparasité, le di de comer y le di calor. Desde entonces la mala suerte no se separa de mí.

La mala suerte duerme conmigo y corretea entre mis piernas.

La mala suerte me sigue por la casa pidiéndome mimos.

La mala suerte se tumba en mi regazo como si del mejor colchón se tratara.

La mala suerte me trae su ratoncito para que juegue con ella.

La mala suerte me mira con sus ojillos diminutos agradeciéndome que le haya salvado.

La mala suerte hubiera sido perderme todo su cariño por una superstición.

 

Autor: Leire P.F.