Naomí y Robin

26-08-2011

Naomi, una gatita negra de apenas 2 kilos de peso, ojos vivarachos, movimientos rápidos y silenciosos, comenzo a tener sus contracciones un día cualquiera en el Parque del Retiro de Madrid. Su juventud y nada de experiencia hizo que no supiera saber que hacer, (Esto es mas común de lo que creemos la primera camada de una gata suele morirse), perdio sus bebes, y el último en salir se quedo atravesado en el canal del parto. La persona que se encarga de dar de comer a gatitos como Naomí, la vio y la ayudo a expulsar al último bebe ya muerto, la recogio y la llevo a esterilizar ya que la placenta no habia salido y corria riesgo de infección.
La operación fue rapida, pero Naomi estaba triste, no queria comer, apenas un poco de latita de una mano humana.

En otro lugar de Madrid y al mismo tiempo, estaba naciendo Robin, ya tenia 4 días y por alguna razón estaba fuera de su cobija maternal, quizas la madre buscaba un lugar mejor para guardar a su prole y el pobre Robin se quedo por el camino, solo e indefenso.
Estaba gordito, con mucho pelito de lana cubria su cuerpo y solo sabia instinstivamente olisquear en busca de un pezón. Esa tarde cogio un biberon con tantas ganas que se vio que solo queria vivir.

Dos días mas tarde en un acto de ¿qué ocurrira si.....? juntamos a Naomí y Robin, la primera, nos miraba, estaba aturdida y quizas asombrada, sus ojos miraban a Robin y lo olisqueaban. El segundo solo olia calor, un calor especial y enseguida empezo a ronronear en un sordo crepitar, buscando como loco un tibio pezón. Al final Naomí sucumbio al instintio maternal y se tumbo abriendo tus patitas para dejarle mamar.

Nosotras en nuestro estupor, de alegria y preocupación: Alegria porque a Naomí, se la veia contenta y nada hay que decir de Robín, la preocupación estaba en que hacia cinco días que Naomí habia perdido a los cachorros y no tenia leche para alimentarle.

Al segundo día, empezo a surgir de los pezones de Naomí un poco de leche aguada, así que Robin se criaba con el calor de Naomí y sus confortables pezoncillos a modo de chupete y se alimentaba a base de biberones humanos.

Durante los siguientes días, cada vez tenia mas leche, lo cuidaba mas, estaba incluso celosa cuando se invadia su intimidad, y ella cada día comia mas, se la veia con apetito incluso no dudaba en pedir alimento, ahora tenia mas ganas de vivir, su tristeza habia desaparecido para cuidar a Robin.

Pasarón los días, primero díez, despues quince, mas tarde veinte, Robín ahora tiene mas de treinta días, hemos visto como ha abierto sus ojos, ha hecho su primer pis en el arenero, ha dado sus primeros pasos, ha comido su primera comida solida y ahora juega, salta, persigue y corre por toda la casa.

Como Robin no tiene hermanos con los que jugar, Naomí, juega con él, le instruye en las artes de la caza, para luego asearle concienzudamente.
Naomí sigue siendo esa gatita negra una gracil bailarina, que busca afecto siempre en segundo plano, sin llamar la atención entre otros gatos.

Ahora buscamos hogar definitivo para ellos, Naomi no tiene ni un año de edad y esta totalmente sana y Robin un gatito la mar de cariñoso, tranquilo y tierno.

 

Autor: sandra PF