Las Carey y nuestra conciencia

10-02-2012

Las Carey y nuestra conciencia

Monólogos del Gato en Casa

 

Y echaron a la gata a la calle sin pensar qué iba a ser de ella, sin pensar que las noches frías del invierno, los días calurosos del verano y las lluvias, iban a dejar en ella una huella imborrable, que se transmitiría de generación en generación para recordarnos todo el dolor que el hombre puede causar a los animales.

Y así, su pelo se fue tiñendo de sufrimiento. El amarillo del fuerte sol incendiario y el oscuro de la noche gélida se mezclaron, como si de barro se tratara, por la lluvia. Así, nacieron las gatas carey, esas gatas que no gustan a todo el mundo porque, aún en nuestros días, remueven la conciencia del que no ama a los animales aunque diga amarlos, del que volvería a abandonarla a su suerte.

Y ahora, antes de adoptar, párate a pensar qué buscas de tu nuevo compañero ¿eres capaz de mirar a una carey y no apartar la vista con vergüenza? ADOPTALA.