La historia de Pelota

26-04-2012

La historia de Pelota.

Le conocí en la calle hace ya más de dos años, cuando era una miniatura que asomaba la nariz entre los arbustos, nació en una colonia debajo de dónde yo vivía entonces, en casa de unos familiares, y por algún motivo, cuando fue creciendo, decidió encariñarse conmigo y me lo hacía saber de forma tan clara y exagerada que no pude evitar hacerle mi pequeño favorito, y adorarle.

Gracias a Protección Felina salió de la calle, él y su hermanita, y la verdad es que casi toda la colonia.

Lloré el día que le dejé en el veterinario al cargo de la asociación, por un lado de alivio y alegría porque ya no estaría en la calle, pero por otro de pena por verle asustado en su pequeño transportín, y tener que dejarle allí, pensando que no volvería a verle.

Al día siguiente llamé para preguntar, y me dijeron que seguía muy asutado, que no comía y que el pobre gatín daba mucha pena... Fuí a visitarle al día siguiente, y muchos, muchos otros días. La persona que le tenía en acogida no pudo ser más amable y paciente. Mi pelotita salía corriendo de su escondite al verme, se restregaba, se tumbaba en mi regazo y se agarraba a mis piernas, me miraba a los ojos y luego se relajaba amasando y ronroneando, ... a mi se me partía el corazón por no poder llevarmelo. Pero tuvo la gran suerte de caer en una casa estupenda, y con un poco de tiempo se sintió muy agusto allí.

Hace unos meses pude adoparle, y no puedo estar más feliz de tenerle conmigo. Tiene ya más de dos añitos, pero es tan juguetón y gracioso como un eterno cachorrín. De vez en cuando le da por dar vueltas y vueltas cazandose el rabo. Me hace reir mucho. Siempre quiere dormir conmigo, y a mi, que me cuesta coger el sueño, me ayudan sus ronroneos.
Cuando vuelvo de trabajar me pide atención sin parar, y en cuanto la consigue se tira panzarriba y enciende su pequeño motor. Por muy malo que haya sido el día es imposible no animarse con este recibimiento, a eso lo llamo yo "llegar a casa"... En resumen, me alegra la vida.

Ahora mismo está aquí pidiendome que termine mi carta de una vez y juegue con él. Solo me queda dar mil gracias a Protección Felina, por cambiar la vida de mi pequeño Pelota y a la vez la mía, ....y la de Namasté y sus pequeños, y la de Michu, y Timo y Baloo, y Noa.... y por tantos finales felices.

Bss

PD: Os envío unas fotos con otro de mis gatos, (tengo tres) se adoran!! se pasan el día cazandose o queriendose :)
 

Laura

 

Autor: Laura